San Pedro de Atacama - más vale tener amigos que plata
"Vamos a celebrar el cumpleaños de la Rita en San Pedro", con esa frase comenzó todo este viaje, que era un viaje de "niñas" y para el cual yo no tenía un peso. Y he aquí uno de los ejemplos de que vale más tener amigos que tener plata, porque fui igual con el gentil auspicio de mis amigas.
San Pedro es uno de los lugares turísticos más visitados de Chile junto con las Torres del Paine (en el sur). Es un lugar que se puede visitar durante todo el año, está al norte de Chile, llegando por Calama (para muchos la ciudad más fea del país) generalmente, y desde el aeropuerto de Calama a una hora y media en bus o transfer hasta San Pedro.
Cuando vas por primera vez, notas que el bus llega a un lugar seco, lleno de polvo, con casas que parecen de duendes por lo bajo de sus techos, se ve pobreza y muy poco encanto, y cuando uno cree que es parte del camino...nooooooo, ya has llegado a SAN PEDRO DE ATACAMA.
Es verdad que uno sabe que está en el desierto, pero no es la llegada triunfal que uno espera, el terminal de buses es un cuadrado de tierra donde se estacionan los buses y una señora vendiendo algo para comer. Fuera hay algunos autos particulares que se ofrecen de taxi, ya que en este pueblo no hay taxis!!
Una vez instaladas en el hostal, rápidamente tomamos un tour al Valle de la Luna donde visitamos unas cuevas increíbles y subimos unas dunas que llegaban a la estratósfera!!! Fue un paseo muy bonito aunque el tema de salir en un TOUR a mi no me gusta mucho, ya que dependes de muchas gente, no puedes tener tus tiempos, etc, pero enfocándose en lo positivo, tienes a alguien que puede contarte la historia de los lugares, darte consejos, y guiarte por algunos tramos peligrosos.
Creo que una de las cosas más entretenidas de San Pedro es la onda que tiene, todos nos creíamos hippies y andábamos relajados, todos conversan con todos, hay muuuuchos perritos vagos amistosos en búsqueda de un cariño, los bares son lugares agradables donde puedes tomar un trago y conversar con gente de todo el mundo. También se dice que es el paraíso de las drogas, ya que limita con Bolivia, en un terreno desértico donde ni el más valiente se atrevería cruzar, pero aquí lo hacen, y una de las técnicas es pasar la droga dentro del pelaje de los animales, así los traficantes se hacen pasar por arrieros, y el primer punto de contacto con Chile es San Pedro y sus miles de turistas que llegan todo el año (Estas historias me las contaron unos chicos que conocimos allá, que fueron de paseo y finalmente se quedaron trabajando y viviendo ahí).
Al segundo día tomamos un tour (aunque no me gusten los tour en San Pedro es necesario hacerlos, ya que todos los lugares se encuentran alejados del pueblo en medio del desierto, es muy fácil perderse...o en realidad nunca encontrar el camino). El tour consistía en una visita a la laguna Cejar, ojos del salar y ver la puesta de sol en lago Tebinquinche, pero para nuestra sorpresa, éramos las únicas que íbamos en el tour, y el guía que era de nuestra edad invitó a unos amigos de él e hicimos: EL ANTI-TOUR. Hicimos el tour al revés, de esta manera evitaríamos las aglomeraciones de turistas en al menos dos de los tres lugares, todo esto acompañado de unas ricas cervezas frías, música a todo chancho (muy fuerte) y nosotras cantando felices recorriendo el desierto en nuestro anti-tour.
Primero paramos en lago Tebinquinche, un salar precioso con las montañas de fondo y 5 cms de agua, puedes tomar lindas fotos, ver pájaros, flamencos rosados, y el reflejo de las nubes y cielo azul en el agua del lago: precioso. Lo mejor de todo es que no había NADIE, por lo tanto el lugar era sólo para nosotros, fue maravilloso.
Luego fuimos a los ojos del salar, que son dos pequeñas lagunas redondas, muy profundas y con vegas a su alrededor, el agua es muy fría y solo mi valiente amiga Tere se atrevió a darse un chapuzón, justo antes de que aterrizara un supermegahiper bus de turistas en masa a tomar fotos, así que tomamos rápidamente nuestras cervezas y nos fuimos al último lugar a ver el atardecer: laguna Cejar.
Llegamos a la laguna Cejar cuando ya no había nadie, pudimos bañarnos a pesar del frío viento que había y flotábamos y flotábamos, era imposible no hacerlo, y lo mejor de todo es que la laguna estaba vacía y es inmensa. Después del baño, nos vestimos y los chicos prepararon unos pisco sour y cositas para comer mientras veíamos la puesta de sol, fue muy bonito e íntimo ya que solo estábamos nosotros y nadie más.
Después de este tour (que costo aprox. 10.000 pesos por persona) obviamente fuimos a tomar unas cervezas y conversar (aún más) a uno de los tantos bares que hay en el pueblo. Pero solo un ratito, ya que mañana teníamos el tour a los Geiser del Tatio, que salía a las 4 am (valor!!!!).
Para nuestra buena suerte, nos tocó el mismo guiá del anti-tour, aunque esta vez íbamos con más gente en la van, ya nos habíamos adueñado de ella, asi que cantamos, bailamos e hicimos reir hasta la francés más parco en nuestro paseo. Hacían -10° más o menos, parka, guantes, panty, camiseta, gorro, bufanda, polar, calcetines de lana, nos pusimos tooooda la ropa para sobre llevar este paseo, estábamos a más de 3000 metros de altura y el frío era mucho, pero valió la pena...las fotos hablan mejor que yo.
Mi recomendación es ir a los tours y hacer TODO lo que puedas hacer, nosotras nos bañamos en una laguna con agua termal muy caliente, pero para meterse en ella debías sacarte todos los gorros, pantys, calcetas, guantes, polar, camisetas, parkas, zapatos y ponerte traje de baño y correr desde el camerino hasta la laguna. Cuando la vimos inmediatamente nos fuimos a cambiar de ropa y entramos al agua, fuimos las primeras y la gente nos miraba raro...nadie quería entrar, pero a los 10 minutos ya estaba llena de gente, es verdad que sufrí mucho frío cuando salí mojada a ponerme la ropa nuevamente, pero tampoco es que una esté todo los días a miles de metros de altura en el altiplano con la opción de un baño termal gratis en medio del desierto verdad?
Después en la tarde celebramos el cumpleaños de la Rita con un almuerzo (que era el motivo principal o excusa para hacer este viaje) y muuuuuchos tragos posteriores, hasta que llegó las 18 horas y tuve que volver a Santiago. Fue un viaje express (para mí porque ellas se quedaron una semana) vivido muy a concho, dormí poco e hice muchas cosas y fue increíble porque la compañía fue buena y el corazón grande, espero volver pronto...
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